Contexto
El 18 de julio de 1936 Franco se alzaba contra el gobierno del Frente Popular bajo pretexto de “salvar a la Republica de los rojos”. El territorio del país acabo dividido en un lado republicano y otro controlado por los sublevados. En un principio, el objetivo de los sublevados fue la toma de Madrid y así, derrocar la república de forma fugaz. Sin embargo, para su sorpresa chocaron contra la heroica defensa de las milicias populares, enquistándose así el conflicto. Ante esta situación, Franco miró hacia el norte con el objetivo de unificarlo y hacerse con toda la industria pesada que, principalmente, se encontraba en Vizcaya.
Tanto Navarra, desde el inicio del conflicto, como la provincia vasca de Álava quedaron en manos de los franquistas. Al contrario, Vizcaya y Guipúzcoa con la hegemonía del PNV se alinearon, no sin previas dudas, con la república. Ya que desde 1931, utilizaban su posición de manera oportunista según sus intereses. Básicamente, lo que los llevo a unirse al bando republicano fue la promesa del estatuto de autonomía, haciéndose efectivo el 7 de octubre de 1936. Se constituyó así, el primer gobierno vasco, con José Antonio Aguirre como lehendakari. Simultáneamente Aguirre mando formar el Eusko Gudarostea (ejercito vasco).
Guipúzcoa caería a finales de septiembre del 1936. Entre otras cosas, motivo de ello fue la actitud vacilante que mantuvo el PNV sin decidir con que bando alinearse hasta ese mismo mes y a las labores de zapa que los dirigentes nacionalistas y los anarquistas hicieron en contra de la política del Frente Popular de mantener un frente unido. De esta forma, quedaría Vizcaya como única provincia vasca resistiendo al bando nacional, la aviación nazi alemana de la Legión Condor y las tropas fascistas enviadas por Mussolini.

“Gudaris” combatiendo en las trincheras.
El 31 de marzo de 1937 comenzó la ofensiva sobre Vizcaya con la entrada de Batallones navarros penetrando desde Guipúzcoa y Álava al mando del general Mola. Durante la ofensiva podemos diferenciar 3 fases.
En un primer momento el avance fue lento pero firme. Fue en este periodo cuando tuvo lugar el famoso bombardeo de Gernika, concretamente el 26 de abril. Una vez rotas las líneas defensivas, las tropas de Mola avanzaron hasta el cinturón de hierro construido previamente alrededor de Bilbao. Este sistema de defensa se empezó a construir a finales de 1936. Consistía en una línea de fortificación a los alrededores de Bilbao dotada de trincheras y búnkeres. De poco sirvió debido a los ataques de aviación, pero sobre todo a que el ingeniero de la obra, Alejandro Goicoechea se pasó a las filas del enemigo. En la última fase de la ofensiva, la defensa cae y Bilbao quedó a merced de los franquistas, rindiéndola finalmente el 19 de junio.
El papel de los dirigentes nacionalistas
A grandes rasgos se ha expuesto como se desarrollaron los hechos durante este periodo del conflicto. Conociendo el contexto atendamos al título de este artículo ¿Qué papel tuvo el PNV y sus dirigentes?
Ya hemos podido dar alguna pincelada del carácter contradictorio y oportunista que mantuvieron sus dirigentes. Ahora se detallarán un poco más sus acciones.

Parte del cinturón de hierro.
Como en Guipúzcoa, la organización del frente en Vizcaya careció de unidad y cohesión, siendo la gran mayoría batallones del PNV. Aguirre hizo caso omiso de la necesidad de integrar todos los batallones en un ejercito regular. Incluso, se llegaron a rechazar batallones de Asturias y Santander por no ser vascos. No fue hasta mayo, cuando se establece un comisariado político y se conforman 4 brigadas: 2 nacionalistas y otras dos socialistas y comunistas.
Así, la lucha que llevo a cabo desde noviembre del 36 el general Llano de la Encomienda por tener un ejército republicano del norte bien cohesionado, fue en vano. Esta actitud reaccionaria, terminó siendo rematada con la rendición separada de los batallones de PNV en Santoña a los fascistas italianos, dejando claro que la suya era “una guerra vasca por la territorialidad vasca y nada más”.
Otro punto que no puede pasar por alto fue la actitud interesada y dejando claro su posición burguesa que, el PNV mantuvo durante los últimos días de la ofensiva, una vez caído el cinturón de hierro. El Consejero de Interior Jesús María Leizaola, se enteró que desde el gobierno de Negrín se aprobó destruir las instalaciones industriales con el fin de que Franco no pudiera utilizarlas en su beneficio. Leizaola se las ingenió para abortarlo.

Consejero de Interior del Gobierno vasco, Jesús María Leizaola.
Podemos ver cuál es la posición de los nacionalistas siempre. Ya sean de uno u otro lado, incluso bajo asedio de fuerzas fascistas: preservar a toda costa los intereses de la burguesía, ya sean los años 30 durante la República española o 2022 dentro del “gobierno mas progresista de la historia”.
Con las siguientes palabras refería a la cuestión el por entonces Secretario General del Partido Comunista de España, José Diaz:
Ese representante (del PCE) no era mas que un prisionero de ese Gobierno, Gobierno que dirigían los jefes nacionalistas vascos, representantes de los grandes industriales, de los grandes capitalistas, de los Bancos, etc.; que aparecieron luchando juntos durante un periodo con las fuerzas antifascistas, pero que en realidad se pude asegurar estaban separados del verdadero pueblo de Euskadi, que ha luchado con heroísmo (…) no pudo desenmascarar ante el proletariado y el pueblo de Euskadi a donde conducía la actividad de los jefes nacionalistas vascos.