El inicio y el final de la Guerra Civil. Dos bandos retratados por una misma cámara. El fotógrafo y combatiente de la República Antonio Campañà (1906-1989) retrató muchos de los momentos destacables de este conflicto que sumió en la miseria al pueblo español. Campañà, ocultó de por vida las alrededor de 5.000 instantáneas que realizó durante el conflicto en dos cajas todas rojas, que solo mucho después de su muerte halló accidentalmente su familia en 2018. Muchas de ellas han logrado ver la luz por primera vez entre las 300 que forman parte de la exposición ‘La guerra infinita’, con la que el MNAC reivindica hasta el 18 de julio a uno de los grandes nombres de la fotografía catalana y española del siglo XX.

Saqueo de las oficinas de la Italia-Cosulich-Lloyd Triestino, en julio de 1936, en la Rambla de Santa Mònica de Barcelona. /ARXIU CAMPAÑÀ
Las fotografías de Campañà son de una gran calidad artística , reconocido y premiado internacionalmente antes de la guerra. En sus fotografías retrata la miseria, así como la heroicidad de sus camaradas en el combate y su templanza en el desarrollo del conflicto. Militó en la CNT y la UGT, y fue cabo conductor de la aviación de la República. Además facilitó fotos a anarquistas, comunistas y al Comissariat de Propaganda de la Generalitat, que convirtió a sus milicianos en iconos. Con la victoria de Franco, escapó del conflicto, del cual no volvió a hablar y por lo que se cree que ocultó sus fotografías.

Caballos muertos en la plaza de Catalunya de Barcelona, en los primeros combates de julio de 1936./ANTONI CAMPAÑÀ
La exposición del MNAC se enmarca en un programa conjunto sobre Guerra Civil. En mayo el museo abrirá las nuevas salas dedicadas al conflicto, en junio expondrá la instalación de Francesc Torres con aviones republicanos en la Sala Oval, y a partir de junio presentará la muestra sobre la salvaguarda del patrimonio artístico entre 1936 y 1939.