Desde el 27 de mayo de 2022 una parte de la producción de las obras de Picasso estará expuesta en el Museo Ruso de Málaga, ocupando los espacios vacíos que se han dejado tras descolgar los cuadros de la colección permanente. No hay fecha de cierre sobre dicha muestra., y se prevé que durará mientras que siga el conflicto entre Ucrania y Rusia.
La producción artística que abandona su hogar en Málaga provenía del Museo Estatal de Arte Ruso de San Petersburgo, lugar al cual volverán nuevamente, pero esta vez quizás con un billete sólo de ida. Desde 2015 y con más de 750.000 visitas, se realizaron más de 40 exposiciones de artistas rusos internacionales. Pero todo este triste acontecimiento tiene su punto de partida en el bloqueo que la Unión Europea impuso al Gobierno de Vladimir Putin en marzo de este año, imposibilitando al Ayuntamiento de Málaga a renovar las exposiciones al no poder realizar las transferencias anuales al Museo Ruso de San Petersburgo.
La última exposición que fue desmontada fue “Guerra y paz en el arte ruso”, siendo embaladas las obras y preparadas para el largo viaje que les esperaba tomar. Un poco irónico. Toda aquella iconografía rusa expuesta durante estos últimos años, desde la cartelería soviética propia del constructivismo hasta artistas como Kandinsky o Malévich, no pertenecerán más a la cultura museística malagueña, perdiendo la ciudad este gran pilar fundamental.
🔴 Este es el ambiente que hemos tenido hoy en el último día de nuestras exposiciones. Muchas gracias a todos los visitantes que nos han acompañado. Os mostramos la gran acogida que están teniendo las visitas crono a la muestra ‘Guerra y Paz, esta tarde continúan a las 18:00 pic.twitter.com/ghN6k1LSAE
— Colección Museo Ruso / Málaga (@museorusomalaga) May 2, 2022
Como dice el alcalde de Málaga, no es un “adiós” definitivo, apuntando que es una pena que esta situación no haga ver que el arte tiene un valor cultural muy por encima del valor político. Es más, se desea a toda costa que, en cuanto se normalice la situación, volver a retomar las relaciones culturales entre la UE y Rusia.
También cuenta escuchar la opinión de personas que dedican su labor profesional a la cultura, como la vicerrectora de Cultura de la Universidad de Málaga, Tecla Lumbreras, que sugiere que la mejor opción sería cerrar el museo temporalmente como un acto simbólico en el conflicto de la guerra. Además, añade que ese dinero que se paga para el museo va a Rusia. Tampoco considera que el cierre del Museo suponga una censura cultural, indicando que los artistas expuestos están muertos.
Sin embargo, otros estudiosos como José Manuel Cabra de Luna, consideran que el arte y la política no tienen nada que ver, y que si se cierra el Museo Ruso de Málaga por motivos políticos, se debería entonces de empezar a descolgar las obras expuestas en el Pompidou de París, donde están Kandinsky, Malevich y Chagall. En síntesis: es darle protagonismo al valor político antes que al cultural.
A fin de cuentas, la guerra también afecta al patrimonio cultural. Los círculos políticos no llegan a comprender la historia, y menos el arte. A fin de cuentas. las obras que abandonan el museo ruso no deberían verse afectados por una guerra, ya que el arte es un nexo entre países que nos enseña nuestra historia común.
