La nueva IA asiática
El hegemon asiático ha dado a conocer una IA propia, desarrollada en la Academia de IA de Pekín (BAAI), con hasta 1750 millones de parámetros. Si recordamos el modelo de la GPT-3 de OpenIA, este nuevo modelo tiene 10 veces más parámetros que afinar. Esto le otorga enormes capacidades de computación, reconocimiento, procesamiento natural del lenguaje y tantas otras aplicaciones, muy por encima de lo que hasta ahora se dispone.
Which is also China’s first Super-scale Intelligence Model.🎉 #AI #technews https://t.co/xrKaSXchZu
— BAAI (@BAAIBeijing) March 24, 2021
Pese a que el modelo inicial se presentó en marzo de este año, la nueva versión de WuDao, la 2.0, es superior en capacidades. Permite la elaboración de texto complejo, la construcción de fotogramas y composiciones pictográficas a partir de una frase inicial.
Según sus desarrolladores, el futuro de la IA pasa por grandes computadores en los que se asientan grandes modelos, complejos y pesados, con un enorme potencial transformador.
El fin de esta IA es brindar a un modelo matemático, artificial y sostenido en computador de características cognitivas y de desarrollo del pensamiento similares a las de la mente humana. Su uso se pretende hacer extensible al conjunto del país, reforzando la obtención de datos y acercando su uso al conjunto de la población.
WuDao es otro eslabón en la cadena que China pretende construir para reafirmar su dominio en el campo de los datos y la computación. La IA, como se ha comentado en notas anteriores, requiere de enormes cantidades de datos para funcionar correctamente. Un modelo tan pesado en parámetros y difícil de ajustar como el GPT-3, sin embargo, queda ensombrecido ante la descomunal apuesta china.
Choque de gigantes
No obstante, el dominio absoluto del país asiático en esta materia posibilita el entrenamiento efectivo de tan costosos modelos. Esto es posible por la estrategia de acumulación de datos masiva que las empresas chinas han adoptado en lo referente a productos y servicios.
Sólo a través del gigante Alibaba, Jack Ma ha conseguido establecer un control extenso y riguroso de los datos de compras y ventas, tendencias, gustos personalizados y delivery de millones de clientes en todo el mundo. Estos datos son en extremo útiles para el entrenamiento de los algoritmos de inteligencia artificial que ahora se proponen desde la BAAI.
Los empresarios chinos han comprendido a la perfección la dinámica económica actual y se baten en duelo con sus homólogos europeos y americanos por la hegemonía de los datos a nivel global.
Esta revelación se suma a otros tantos proyectos que, en una suerte de guerra fría tecnológica, el gigante asiático libra contra las delicias de Silicon Valley. Hace apenas dos meses, desde China se mofaban del proyecto de Elon Musk, Neuralink, y sus avances con primates, alegando que ellos ya disponían de sistemas similares operando con seres humanos.
Los debates entre Jack Ma y Musk no han dejado indiferentes a nadie, y revelan una pugna decisiva por el control del Big Data y sus repercusiones para ambos bloques hegemónicos, el chino y el occidental.