El los últimos días, muchas han sido las actuaciones dirigidas por los gobiernos ruso y ucraniano en el marco de su conflicto en el Donbass. Sin embargo, parece que las tensiones se van relajando, al menos en el plano militar. Y el conflicto se empieza a plantear en términos de diplomacia internacional.
La última medida del gobierno ruso fue la retirada de sus efectivos militares en la frontera ucraniana. Gesto que fue agradecido por el presidente Zelenski, invitando a Putin a una reunión en el Donbass. A pesar de esto, el ejército ucraniano aprovecho para reforzar sus posiciones y aumentar el despliegue militar.
🇷🇺 El ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, anuncia que los ejercicios militares en los distritos oeste y sur han llegado a su fin y que, a partir de mañana, las tropas movilizadas comenzarán a volver a sus puntos de despliegue permanente. pic.twitter.com/Bl1DqMjBl0
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) April 22, 2021
Vladimir Putin se negó en primera instancia a dicha reunión. Pues, Rusia está sumida en diversos conflictos diplomáticos con países cercanos recientemente. Ante esta situación, el Papa Francisco aprovechó para pedir rezos para Ucrania. Hecho que fue aprovechado por Zelinski para proponer una nueva reunión a Putin, esta vez en el Vaticano.
I invite you to pray for the population of eastern Ukraine. I truly hope that an escalation of the tensions might be avoided and, instead, that actions capable of promoting reciprocal trust and which foster reconciliation and peace might be undertaken.
— Pope Francis (@Pontifex) April 18, 2021
Por su parte, Estados Unidos ha aprovechado este retroceso ruso para avanzar su influencia en la zona. El pasado 22 de abril se aprobó el proyecto de ley que regulaba este avance. En él se recoge que se destinarán 300 millones de dólares anuales en armamento y tecnología militar, y otros 4 millones anuales para entrenar a los oficiales ucranianos. Queda clara así la importancia de esta zona estratégica para los intereses de estas dos grandes potencias.