Bruselas presentará el 20 de julio un borrador titulado “Ahorrar gas para un invierno seguro”. En este pequeño dossier la UE pretende limitar el consumo de energía con medidas concretas que responsabilicen al individuo. Bruselas se cubre las espaldas responsabilizando al ciudadano del hipotético descalabro energético que podría asolar Europa en otoño. Para ello se vale del miedo como herramienta de coerción social. Utilizando como excusa el hipotético cierre del grifo del gas ruso. Los países de la UE comprarán gas licuado a EEUU por el triple de precio a la vez que apelan a la buena conciencia ecológica de los ciudadanos. Con medidas insuficientes del borrador como limitar el aire acondicionado y la calefacción a 19 y 25 ºC , respectivamente.
Guerra de rapiña y abastecimiento de gas
La guerra de rapiña entre el imperialismo ruso y el imperialismo estadounidense por mediación de la OTAN ha forzado la crisis energética a la que están sometiendo a Europa. Los dos estados imperialistas se están jugando la hegemonía del abastecimiento de gas en Europa. EEUU polariza la UE con chantajes, bulos y amenazas de embargos económicos, forzando que no haya relaciones comerciales entre Rusia y Bruselas. De esta manera, EEUU consigue garantizar las exportaciones de gas licuado (bastante más caro) a Europa. Por su parte, Rusia amenaza con cerrar el grifo de gas a Europa. Dejando en una situación delicada a países energéticamente dependientes como Alemania.
España es un claro ejemplo del servilismo energético hacia Estados Unidos. El año 2021 el principal proveedor de gas a España fue Argelia. Tras el inexplicable posicionamiento de Sánchez a favor de Marruecos en el caso del Sahara Occidental, Argelia encareció el precio para España. Además de dichos cambios, Argelia buscó nuevas relaciones internacionales con Italia, que garantizaran sus exportaciones. De esta forma, a día de hoy, importamos más gas de Estados Unidos que de nuestros vecinos del Magreb. El seguidismo hacia el imperialismo EEUU de Sánchez nos hace indicar que nada va a cambiar a corto medio plazo.
Demagogia y posmodernismo ecológico
Después de analizar de forma escueta la guerra de rapiña de los recursos energéticos, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el borrador de Bruselas contiene medidas demagógicas. Por mucho que limitemos el aire acondicionado tímidamente, no lograremos que el gas importado de Estados Unidos sea más barato que el de Argelia. El hipotético ahorro de subir un grado el aire acondicionado es ínfimo si lo comparamos con la recuperación de la soberanía energética nacional. La respuesta al problema no son medidas de postureo, sino acciones y planes reales.
Cabe también analizar la mentalidad liberal e individualista que subyace en la medida concreta de la UE arriba mencionada. Los estados imperialistas y las grandes corporaciones se lavan las manos responsabilizando al trabajador, que enciende la calefacción tras una larga jornada de trabajo. La UE con la excusa de que todos podemos aportar nuestro granito de arena trata de esconder el enorme megalito de la guerra de rapiña imperialista. Hoy en día todos debemos desechar el diésel, apostar por un coche eléctrico, no consumir plástico o subir un grado el aire acondicionado… Pero todos estos hechos aislados de nada sirven sin una planificación central de la producción, que pueda solventar, de manera general, los problemas megalíticos inherentes al capitalismo.