Este mes de junio se celebra el mes del orgullo LGTB. Desde hace ya unos años, esta fecha es un momento de despliegue de banderas arcoíris por todo tipo de corporaciones empresariales, organizaciones, y gobiernos alrededor del mundo. Pero, este año, un nuevo participante se ha sumado, entrando por la puerta grande, al festejo. Hablamos del Nuevo Ejército del Pueblo, el ala militar del Partido “Comunista” de las Filipinas, de inspiración maoísta.
Este grupo guerrillero, fundado en 1968, celebra el mes del orgullo estrenando su guerrilla queer durante los entrenamientos de “autodefensa”. Si bien ya tenían un historial en este tipo de cuestiones, como las polémicas celebraciones de bodas homosexuales en la guerrilla, esta nueva celebración lleva un paso más allá su postura. Abrazando así el posmodernismo ideológico que profesan también las organizaciones de “izquierda” legales, en gran parte del resto del globo. Es remarcable que no tienen nada que ver la homosexualidad con la teoría queer, siendo esta la negación de las identidades colectivas, y entrando en contradicción frontal con los preceptos que decía defender esta guerrilla.
Esta guerrilla, plantea su existencia en un doble sentido. Por una parte, solicitando una especie de perdón, por una supuesta “historia homófoba” del marxismo. Y, por otra parte, como una alternativa a la política parlamentaria, no favorable a los queers.
Su “guerra popular prolongada” se ha prolongado tanto que ha pudiera parecer que ha perdido en sentido de ser, pasado de ser una guerra a un festejo armado. Pero, mientras las lentejuelas reinen en la selva, solo cabe esperar que se rebajen los atentados terroristas, y las acciones militares, que, aunque enfocadas supuestamente contra el gobierno, acaban pagando el pueblo filipino.
