Pedro Castillo se impuso a Keiko Fujimori en las elecciones presidenciales de Perú por un ajustado resultado. Tan sólo 69774 votos separaron a los dos candidatos tras conocer el 100% del recuento de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, ONPE. Por su parte, Fujimori pide la anulación de hasta 200000 votos de las zonas rurales andinas, donde la victoria de Castillo fue muy abultada. Sin prueba alguna, la hija del exdictador, denunció “indicios de fraude”. No obstante, la Organización de Estados Americanos, destacó el carácter pacífico y la actitud democrática de las elecciones, y descartó el posible fraude.
A pesar de haberse celebrado las elecciones de forma pacífica en general, el tablero político peruano ha estado tremendamente dividido y polarizado. No sería la primera vez que Keiko Fujimori y su partido, Fuerza Popular, reclamasen la “cabeza” del vencedor en las elecciones presidenciales, ya que en 2016 la situación fue muy similar. El economista neoliberal Pedro Pablo Kuczynski ganó los comicios por un 0,24% de diferencia, pero el Congreso estaba totalmente dominado por Fuerza Popular.
En este caso, Castillo posee un origen y unas políticas sociales muy diferentes a las del fujimorismo, por lo que la situación podría ser aún mas tensa. Maestro de profesión, saltó a la fama cuando lideró una huelga en la que se reivindicaba mejores condiciones para los maestros. El mal manejo de la huelga por parte del gobierno, permitió a Castillo ascender como líder. El apoyo a Castillo refleja la división económica y social existente en Perú, entre Lima y el resto, sobre todo la selva amazónica y la cordillera andina.
En las últimas horas, miles de simpatizantes de Fujimori se han manifestado en Lima para “defender el voto”. A su vez, muchos de sus votantes comenzaron a solicitar que las fuerzas armadas intervinieran para impedir la proclamación de Castillo como presidente. El Ministerio de Defensa, aseguró que su compromiso es con la Constitución y que mantendría el principio de neutralidad respetando los resultados electorales.