El pasado domingo 2 de mayo, India notificó más de 400.000 contagiados, entre los cuales se encuentran 3.689 muertos. Esto es solo la punta del iceberg de la situación que está viviendo el país asiático en estas últimas semanas. A pesar de estar recibiendo ayuda internacional, es el país más golpeado por el virus, y donde esta está siendo más mortífero.
Las calles de India se han tornado en crematorios, un espectáculo tétrico, que, como siempre, pagan los más vulnerables. Actualmente se acumulan más de 200.000 muertes, y las estimaciones apuntan que en agosto se superará el millón de muertos.
Sin embargo, las muertes no se dan solo por el virus en sí, sino también por la escasez de material sanitario, especialmente por la escasez de respiradores de oxígeno. El Institute for Health Metrics and Evaluation es el que aporta todos estos datos. Así mismo, señala que la tasa de detección es muy baja, por lo que probablemente los contagios y muertes sean mucho más altos de lo que se contabiliza. Llegando a estimar hasta 10 millones de contagios.
