El juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional ha archivado una de las querellas impuestas contra Brahim Gali, líder del Frente Polisario. Los hechos que se le imputaban correspondían a delito de genocidio, pero el magistrado consideró que no se había acreditado su comisión. Además, los hechos estarían ya prescritos.
Esta correspondía una de los querellas por las que se investigaba al presidente de la República Árabe Democrática Saharaui. Gali llegó a declarar por videoconferencia a la Audiencia Nacional, cuando estaba ingresado en el hospital San Pedro de Logroño por coronavirus. Su entrada en territorio español conllevó una crisis diplomática con Marruecos, quien se lo tomó como un ataque contra su posición política. El día de su comparecencia judicial, el 2 de junio, el juez desestimó enviarle a prisión, y Gali salió del país rumbo a Argel.
El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) Brahim Gali, retornó a Argelia esta madrugada para proseguir con su recuperación en un hospital militar argelino. https://t.co/2FJZfsH1Us
— EFE Noticias (@EFEnoticias) June 2, 2021
“No hay rastros de esos subgrupos en los que dividen al Pueblo Saharaui según su localización geográfica”, señala el juez. Considera que se ha tratado de “forzar la norma penal” para lograr calificarlo como un delito de genocidio y evitar así “la aplicación de la figura de la imprescriptibilidad” que contempla el Código Penal actual. El juez comparte con la defensa de Gali las contradicciones de los testigos de la querella. “Todo ello resta credibilidad a los testimonios prestados e impide mantener la imputación contra el querellado”, concluye el propio juez.
