El día 1 de mayo, comenzó oficialmente la fase final de la retirada de tropas extranjeras, EEUU y OTAN, de Afganistán. Desde entonces, ha aumentado considerablemente la violencia y avance talibán en el país, pese a las contraofensivas por parte del gobierno. El jefe del Comité de Defensa de la Cámara Alta libanesa, Hashim Alokozai, afirma que la situación es grave. Las fuerzas de seguridad afganas están desmoralizadas “por el débil liderazgo y la mala gestión”, afirma Alokozai.
El último mes y una semana ha sido de una enorme violencia debido a los ataques talibanes. Estos capturaron ayer ya su séptimo distrito, tomando el cuartel general de Cuab, en la montañosa región oriental de Nuristán. Las fuerzas de seguridad se vieron obligadas a salir en retirada, aunque “se trató de una retirada táctica”, según Tariq Arian, portavoz del Ministerio de Interior. Tras tomar dicho cuartel, los talibanes prendieron fuego a las instalaciones.
🇦🇫 Un funcionario de seguridad afgano afirma que el distrito de Shinkay, en la provincia de Zabul, ha caído bajo los Talibán tras la retirada de las fuerzas afganas.
Los Talibán aseguran que también habrían capturado partes del distrito de Dehik en la provincia de Ghazni. pic.twitter.com/JentrFw7Jk
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) June 4, 2021
La retirada efectiva de las tropas estadounidenses finalizará el 11 de septiembre, dos décadas después del ataque talibán a las Torres Gemelas. Atentado, que sirvió de pretexto a la administración Bush para invadir el país mediante la <<Operación Libertad Duradera>>. En estos últimos veinte años, la violencia, atentados o narcotráfico entre otros problemas, no han cesado en Afganistán. Las conversaciones para la paz entre gobierno y talibanes, comenzaron en Doha en septiembre, aunque los avances han sido mínimos. La situación es por lo tanto acuciante y límite para el gobierno afgano, que tendrá que lidiar con un país totalmente desestructurado desde hace ya más de tres décadas.