La policía de Myanmar reprimió este sábado, con fuerza y violencia, las manifestaciones pacíficas, en Rangún y otras ciudades, en rechazo de la junta militar que tomó el poder el 1 de febrero.
A tres semanas de protestas contra el gobierno militar, manifestaciones de pueblos y ciudades de todo el país fueron reprimida , con informes de los medios de comunicación sobre una mujer muerta a tiros y decenas de personas detenidas.
En algunas zonas, las fuerzas de seguridad parecieron más agresivas a la hora de utilizar la fuerza y practicar detenciones, con más agentes vestidos de civil que antes.
Fotos publicadas en redes sociales mostraron que los residentes de al menos dos ciudades, Yangón y Monywa, resistieron levantando barricadas callejeras improvisadas para tratar de obstaculizar el avance la policía.
El país se ha visto sacudido por una ola de protestas a favor de la democracia desde que los militares se hicieron del control de Gobierno, no dejaron instalar al parlamento electo y detuvieron a varias líderes políticos, como la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
El partido de Suu Kyi debería haber tomado posesión para un segundo mandato de cinco años, pero los militares impidieron la apertura del Parlamento y la detuvieron, junto al presidente, Win Myint, y a otros altos cargos de su gobierno.
El sábado en Rangún, la policía utilizó balas de goma para dispersar una manifestación en el cruce de Myaynigone, escenario de un gran enfrentamiento el día anterior
CRPH ASSEMBLE
They are just civilians.Polices forced them to kneel down.Protesters did not make any violence.We are not safe.#OpCCP #WhatsHappeningInMyanmar pic.twitter.com/qXVLfevyCk
— Save Myanmar🇲🇲 (@Yelly_iswithU) February 27, 2021
Las fuerzas de seguridad trataron también de impedir las protestas en Mandalay, donde se establecieron controles en varios cruces clave y las zonas donde suelen celebrarse las protestas estaban llenas de uniformados.
Mandalay ha sido escenario de varias confrontaciones violentas y de al menos cuatro de las ocho muertes confirmadas ligadas a las protestas, según la Asociación de Ayuda a Prisioneros Políticos, un grupo independiente.
La arremetida de las autoridades contra el movimiento de desobediencia civil que desde hace semanas protesta contra el gobierno militar, encabezado por el general Min Aung Hlaing, sigue al aumento de tensión y violencia policial registrada en los últimos días.
