Las fuerzas de ocupación de Israel mataron a los jóvenes palestinos Muhammad Al-Hallak y Muhammad Abu Bakr Junaidi en una incursión la ciudad de Nablus en Cisjordania, según informó el Ministerio de Salud del territorio citado.
Ahmed Jibril, director de Ambulancias y Emergencias de la Media Luna Roja en Nablus, explicó a la prensa que ambos llegaron con graves heridas a dos hospitales en la urbe, donde fallecieron.
El ejército israelí también asaltó el campo de refugiados de Askar con decenas de vehículos blindados y fuerzas especiales. Los enfrentamientos estallaron cuando los palestinos intentaron defender su ciudad.
Los medios locales también informaron el allanamiento del Hospital de Especialidades de Nablus con gases lacrimógenos, dejando a decenas de personas con complicaciones respiratorias.
Según declararon los medios israelíes, la redada inicialmente buscaba detener a dos palestinos, Izz al-Din Touqan y Nidal Tabanga, a quienes se acusa, supuestamente, de estar involucrados en el acto de Resistencia que tuvo lugar la semana pasada contra el puesto de control de la localidad de Huwara.
“Durante la operación, varios hombres armados dispararon hacia los soldados, que respondieron abriendo fuego. Estas personas fueron identificadas”, manifestó en un comunicado militar el ejército israelí.
A causa de estos asesinatos, el movimiento Hamas proclamó durante las procesiones fúnebres de este lunes por la mañana que “no hay forma de confrontar al régimen de ocupación israelí que no sea la resistencia y el aumento de las medidas de represalia”.
Además, el movimiento señaló que la muerte de Al-Hallak y Abu Bakr eleva “el número de palestinos asesinados desde el comienzo del año a 95”, lo que consideró una indicación obvia del “aumento de la política criminal de Israel”.
Las tropas invasoras continúan las agresiones y crímenes en suelo ocupado. Más del 85 por ciento de los territorios palestinos están en manos de las tropas israelíes.
Por ello, cerca de 25 resoluciones de La Organización de Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad y la Asamblea General condenan la actuación de Israel, más estas pronunciaciones no han tenido efectos reales.
