El pasado viernes 7 de mayo, un grupo de yihadistas tomaron la ciudad de Datu Paglas, en Filipinas. Según las fuentes oficiales, el ejército filipino fue notificado el sábado por la mañana, despejando inmediatamente la zona.
El gobierno de Filipinas apunta que habrían unos 100 combatientes, del grupo “Luchadores por la Libertad Islámica Bangsamoro”. Se trata de una escisión reciente de Frente Islámico de Liberación Mora. También informan de que el combate se desarrolló sin bajas civiles, y que la zona ya vuelve a encontrarse bajo control gubernamental.
El problema del yihadismo en filipinas, aunque viene de largo, se ha incrementado en el último año. Siendo los dos grupos más relevantes en activo, el BIFF (Luchadores de la Libertad Islámica del Bangsamoro), los perpetuadores de este ataque. Y, Abu Sayyaf, que tiene más fuerza, y sus operaciones suelen ser mayoritariamente suicidas.
Abu Sayyaf es uno de los organismos terroristas que forma parte del Estado Islámico. Por ello, a pesar de calculares que son apenas unos 70 militantes, los atentados, secuestros, etc… Son mucho mayores, pues los realizan terroristas internacionales. Hecho que se ha comprobado con atentados suicidas de terroristas de nacionalidad egipcia, marroquí, y otras tantas. Las pretensiones de estos grupos están alineadas con las del yihadismo mundial, buscan crear su propio Estado regido por la ley Sharia. Es decir, tienen unas claras pretensiones territoriales.
Junto con los terroristas maoístas del Nuevo ejército del pueblo, el islamismo terrorista es un de los principales problemas del país, causando miles de muertos cada año, y amenazando la estabilidad en toda la región.