Han pasado ya casi dos meses desde que la presidenta en funciones anunció la anticipación de elecciones. Casi dos meses en los que los ciudadanos madrileños han estado en completa exposición a la propaganda política vertida en radio, televisión y redes sociales por los diferentes partidos. PP, PSOE, Más Madrid, UP, Vox y Ciudadanos se enfrentan hoy en las urnas tras una campaña electoral que ha dado mucho de que hablar a los madrileños.
Isabel Díaz Ayuso lidera las encuestas para mantenerse en el gobierno de la comunidad a la espera de saber si con mayoría absoluta o con el apoyo de Vox. Ángel Gabilondo por su parte trata de liderar el bloque de las izquierdas para arrebatarle la comunidad al Partido Popular. Ciudadanos, temiendo no obtener escaños, ha optado por la equidistancia entre bandos y por mostrarse como la opción ‘moderada’. ¿Quién obtendrá más votos? ¿Qué bloque saldrá vencedor? ¿Qué personalidades saldrán reforzadas? El espectáculo está servido, y con él el siempre precario futuro de la Comunidad de Madrid.
“Fascismo” y “comunismo”; piedras, balas y navajas
La campaña electoral ha estado marcada por la polarización, al menos por la mostrada entre los líderes de Vox y Unidas Podemos. El movimiento de Pablo Iglesias de la vicepresidencia del gobierno a la candidatura de la Comunidad de Madrid ha incendiado el debate político en los últimos meses. La pérdida de importancia del partido morado ha llevado a su líder a utilizar el comodín del personalismo y a intentar movilizar al electorado frente al ‘fascismo’ de Ayuso y Monasterio.
La contra-estrategia del PP y Vox ha pasado por situar en el otro extremo a Iglesias, Mónica García y Gabilondo. Vox utilizó los altercados esporádicos que tuvieron lugar en su acto de Vallecas para criminalizar a UP. En el caso de los populares, su lema electoral ha sido ‘Comunismo o libertad’.
COMUNISMO O LIBERTAD.
4 de mayo.
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) March 15, 2021
Cierto es que las políticas de liberalización del suelo propuestas por Vox en su programa quedan lejos de los modelos autárquicos fascistas. Esto también pasa con el programa de Podemos, su punto programático de ‘Economía social y solidaria’ es remoto también a la economía planificada y los planes quinquenales soviéticos. Sin embargo la comunicación política de los partidos durante la campaña ha conseguido extrapolar la polarización también a los electores, llamados a votar a un partido u otro en contra o a favor de unos supuestos fascismos o comunismos.
La aparición de la moda de las amenazas postales hacia ministros socialistas y hacia el propio Pablo Iglesias han terminado de dinamitar la campaña. En los últimos días, las intimidaciones eventuales han sustituido a las propuestas políticas en las agendas de los partidos. El desempleo y la política de viviendas han sido relegadas por piedras, balas y navajas.
PSOE y PP, la historia se repite
Tras 26 años consecutivos en el poder, el PP busca ratificarse bajo la consigna ‘Libertad’, la única palabra que muestra en su publicidad electoral. Isabel Díaz Ayuso apunta a continuar siendo la presidenta a pesar de su cuestionada gestión de la pandemia. Las duras restricciones en otras comunidades autónomas han jugado un papel decisivo para que la candidata del PP sobresalga entre sus adversarios. Además de eso, su candidatura sigue la línea del partido, abogando por la reducción de cargas fiscales.
Ángel Gabilondo, candidato del Partido Socialista Obrero Español, ha optado por desmarcarse de las pretensiones del partido de Iglesias. En busca de los votos presumiblemente perdidos de Ciudadanos, la línea socialdemócrata del PSOE ha virado hacia el centrismo liberal en esta última campaña. Gabilondo ha anunciado que en caso de gobernar no tocará la tasa impositiva.
Una vez más ambas formaciones se rifan el gobierno de la comunidad. Aparte del vaticinio de las encuestas, Díaz Ayuso y Gabilondo ya eran presidenta y líder de la oposición al comienzo de la legislatura, papeles históricamente intercambiados por los dos partidos desde 1983. La irrupción de nuevos partidos políticos a ambos lados del espectro político ha acabado pesando poco en los resultados electorales y mucho en la concepción que tiene la gente de la política.
Edmundo Bal y Mónica García, las ‘caras amables’
‘Médica, madre y candidata a presidenta de la Comunidad de Madrid’, así se presenta Mónica García por Más Madrid. La escisión de Podemos afronta la jornada electoral con optimismo al verse como tercera fuerza. La similitud con el programa de Pablo Iglesias es notoria, sin embargo han conseguido diferenciarse de UP (y superarles en las encuestas) utilizando características personales de su representante.
Otra muestra del personalismo en esta campaña es el candidato a la presidencia por Ciudadanos, Edmundo Bal. Con su lema, ‘Madrileños por Edmundo’, la formación naranja busca confrontar la polarización con referencias a programas de televisión. Bal ha mostrado también su posición ‘moderada’ haciendo ‘running’ y conduciendo la moto por la Comunidad.
Empecé a ir en moto muy joven y desde entonces no he parado. Llueva o nieve, haga frío o calor, siempre voy en moto.
Por eso conozco los peligros de los guardarraíles y de los puntos negros y hoy he propuesto eliminarlos en Madrid. Queremos vías seguras para los motoristas 🏍️🍊 pic.twitter.com/NlXCRi5o3J
— Edmundo Bal (@BalEdmundo) April 29, 2021