El amianto es un mineral que se presenta en forma de fibras flexibles, brillantes y suaves, que tiene un alto grado de resistencia a la combustión, por lo que se emplea en la fabricación de revestimientos y tejidos resistentes al fuego y al calor.
Por su definición ya se puede adivinar su uso y abuso en el sector de la construcción, muy utilizado en España durante los años 60 y 70 por su bajo coste. No solo el fibrocemento de la construcción contiene este tipo de fibras, también está presente en otro sectores:
- Cartón duro y productos de papel
- Placas de fibrocemento
- Material para pavimentos
- Zapatas de embragues y frenos
- Plásticos reforzados
- Materiales de aislamiento en trenes, barcos, industrias y edificios
- Masillas, sellantes
- Revestimientos y pinturas texturizadas
Así se amplían los sectores en los que los trabajadores han sido afectados.
El amianto según la OMS es un “cancerígeno de primer nivel” tanto por respirar su polvo afectando a las vías respiratorias incluso por vía digestiva.
Tras entrar en contacto con el amianto se va desarrollando un cáncer que se mantiene latente con una media de 45 años hasta que se despierta la enfermedad ya sin remedio para el que lo padece. Esta enfermedad lenta y silenciosa desarrollándose durante tantos años dificulta a los trabajadores a la hora de atestiguar su enfermedad y fallecimiento por amianto.
El último listado de enfermedad laborales oficial data de 2006, pese a que existen numerosas asociaciones de afectados por el amianto, cada caso de muerte debe ser luchado por las familias individualmente para que el juzgado dictamine la causa del fallecimiento.
El problema sanitario es de tal magnitud que se prevé más de 130.000 fallecidos para el 2030.
España tardó 18 años en prohibir su uso pese a las advertencias médicas en 1984 desoyendo peticiones de grupos de médicos de prohibir su utilización industrial, tras detectar los primeros casos en los años 70. Pero para el gobierno era más importante el coste económico y laboral de su supresión, que el valor de la vida de los trabajadores, finalmente se llevó a cabo en 2002.
España y Francia son los países europeos que han utilizado más el amianto, Francia prohíbe su uso en 1997.
Desde su prohibición en 2002, no existe una regulación del amianto ya instalado a nivel nacional para su retirada, ya que sigue matando por estar presente en múltiples instalaciones y el riesgo de exposición actual es enorme. No hay planes de acción concretos para una eliminación segura.
Es un gran problema que afecta directamente a la salud de los trabajadores y sus familias ( mujeres de trabajadores han contraído cáncer por manipulación de la ropa de trabajo de sus maridos) y de los diversos sectores en los que se entra en contacto o manipula el amianto.
Las empresas más demandas a este respecto son:
URALITA S.A
METRO DE MADRID S.A
NAVALES
JOHNSON & JOHNSON ( desde 1971 sus talcos contenían amianto y eran conocedores solos les ha podido demostrar 22 casos de cáncer).
La inacción de los diferentes gobiernos y sindicatos, han dejado una legión de muertes de trabajadores que podrían haberse evitado.
No sólo hay casos de amianto en el metro de Madrid, también en casas de Vicálvaro, y se exige una solución a la @ComunidadMadrid y @madrid pic.twitter.com/G5eKMZf1Y8
— Vicalvaro.city Directo (@VicalvaroCity) February 26, 2020