La multinacional Robert Bosch ha anunciado el cierre de otra de sus plantas en Cataluña, en este caso la factoría ubicada en Lliçà d’Amunt, dejando sin trabajo a 336 personas. La intención de la firma es llevarse la producción de componentes de la automoción a Wroclaw (Polonia), según fuentes del sindicato UGT.
El pasado mes de septiembre, la empresa oficializó el cierre de su planta de Castellet, en la cual se empleaban 300 trabajadores. Esto hace un total de 636 empleos directos y alrededor de 900, provenientes de proveedores y empresas subcontratas, finiquitados. Las producción llevada a cabo en las instalaciones de Castellet, será deslocalizada a Serbia en este caso.
A todo esto, se suma el peligro de cierre del centro de trabajo de Bosch en Aranjuez (Madrid), donde actualmente se emplean 597 personas, además de los despidos en el sector automovilístico de varias firmas como Saint Gobain, TE Connectivity o Tachi-S en Cataluña.
Lo del cierre de las dos plantas de Bosch en Cataluña, de componentes de automoción, no es sólo un aviso por el tema político. Es un aviso del sector de la automoción, que lo “verde” lo van a hacer en sus respectivos países. Sobre todo cuando aquí no ofrecemos ventajas.
— Drizzt (@drizzt__dourden) February 25, 2021