Cristina Cifuentes, quien dejó la política en 2018 por el estallido del “caso máster” ha sido absuelta del caso por la Audiencia Provincial de Madrid. La Fiscalía pedía tres años y tres meses para la expresidenta de la Comunidad de Madrid por la falsificación de un acta de trabajo de fin de máster en la Universidad Rey Juan Carlos. Por increíble que parezca, el tribunal considera que no existen pruebas suficientes como para encausar a Cifuentes. Una suerte muy distinta han sufrido quienes compartían banquillo con la expresidenta. La antigua asesora del Gobierno autonómico, María Teresa Feito, ha sido condenada a tres años de prisión. La otra condenada, Cecilia Redondo, quién reconoció ser la autora de la falsificación ha recibido una pena de un año y seis meses.
Este es otro de los cabos que se van cerrando de la trama dirigida por el catedrático Enrique Ávarez Conde, quien regalaba títulos a políticos. Recordemos que también el actual líder del Partido Popular, Pablo Casado, fue supuestamente beneficiario de esta trama con un máster. La investigación fue rechaza por parte del Tribunal Supremo, que rechazó abrir causa contra el líder de la oposición. Aunque la investigación fue enviada hasta al Tribunal Supremo, este lo rechazó y posteriormente sería archivado el caso por la juez instructora Carmen Rodríguez-Medel.
Cifuentes, inocente. Las dos asesoras de Cifuentes, condenadas por falsificación del máster sin que la pobre supiera nada.
Espero que ahora la indemnicen por el mal rato y por haberla engañado tanto haciéndola creer que se había sacado un máster, que ella hasta lo iba enseñando pic.twitter.com/Q5EMa8YY97
— gerardo tecé (@gerardotc) February 15, 2021
Entre las irregularidades que cometió Cifuentes durante el curso de su máster, esta nunca asistió a clase, no contactó con ningún profesor, aprobó las asignaturas con trabajos inexistentes que supuestamente entregaba a Álvarez Conde. Así, al estallar el caso María Teresa Feito fue quien habría maniobrado a Rosado para fabricar un acta falsa.
A pesar de estas irregularidades, el tribunal sostiene que no habría pruebas para condenar a Cifuentes. Al haber falsificaciones de actas de otros estudiantes, la defensa de la expresidenta se ha escudado en que la trama sería cosa única de la universidad.