El BBVA ha anunciado que realizará un ERE a unos 3.000 empleados, el 10% de su plantilla. Esta medida se toma en el contexto de las fusiones de bancos para evitar pérdidas en estos tiempos de crisis.
Si primero lo hicieron Caixabank y Bankia, el BBVA lo intentó con el otro gran banco catalán, el Sabadell. Pero la fallida negociación entre ambos ha llevado a los bilbaínos a plantear medidas de contingencia para salir del paso y postularse como un competidor válido ante la gran fusión del momento.
Este recorte de personal va acompañado de la transformación forzada que están viviendo los bancos hacia su digitalización. La pandemia ha acabado de llevar a la mayoría de usuarios a servicios de bancas “digitales”, restando así la importancia que durante tantos años han tenido las oficinas.
El recorte de personal irá seguido del cierre de unas 500 oficinas (que hasta el año anterior iba a ritmo de 200 por año), y dejará a muchos usuarios sin oficina en sus localidades.
Por otro lado, los sindicatos ya han dicho que el banco aún no se ha sentado a negociar, pero, si quieren seguir adelante, la ley les marca eso como requisito obligado, por lo que siguen esperando.
Por ahora se desconoce como el banco va a decidir llevar el ERE del 10% de la plantilla. Aunque hasta el momento la dinámica han sido las prejubilaciones, este recorte de plantilla tan grande podría requerir medidas más drásticas por parte de la dirección, dejando en la calle a muchos de sus empleados.