Una vez más, la industria automovilística española está en peligro, en está ocasión a causa de la falta de producción de microchips, que está afectando a varios sectores de la industria (sobre todo la automovilística, pero también a la de smartphones y electrodomésticos). Se trata de los ERTES que el grupo Stellantis, ubicado en Vigo (anteriormente llamado grupo PSA), pretende efectuar a casi 4.000 empleados.
Los ERTES se están dando, desde principios de este año, por falta de componentes que sirven proveedores afectados por la ‘crisis de los microchips’.La crisis de los microchips comenzó con la llegada de la Pandemia por Coronavirus, cuando el sector automovilístico se vio obligado a cerrar muchas de sus factorías. La mayor empresa fabricante de los microchips, la taiwanesa “Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSCM)”, alertó sobre este problema y anunció que podría prolongarse hasta el año 2022.
Además de los cierres de fábricas, también hay que destacar otros dos factores, que contribuyeron y acentuaron la crisis: el bloqueo del canal de Suez; y el incendio de una de las plantas en las que se fabricaban los chips.