La famosa frase del Gobierno de “los ERTE han venido para quedarse” parece estar en lo cierto. De momento la prórroga continuará hasta el 31 de mayo y junto a los ERTE, continúa el infierno económico para los trabajadores en España.
Actualmente España tiene cerca de 750.000 personas en ERTE, de las cuales, cerca de 300.000 siguen sin percibir el subsidio. Por si fuese poco, hay que sumarle el 8,2% de pymes que se acogieron al ERTE en marzo ya han comenzado a despedir trabajadores. Los ERTE no han sido capaces de parar la sangría constante de trabajadores empujados al paro, rozando los cuatro millones (3.964.353) de desempleados a finales de enero.

Fuente: Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE)
¿Consecuencias de ello? Hacienda obligará a presentar al trabajador la declaración cuando perciba más de 14.000 euros, siempre que del segundo pagador se haya cobrado más de 1.500 euros. Por ello, un trabajador que se haya visto afectado desde marzo por ERTE podrá llegar a pagar en torno a 1000 euros. A las dificultades que se han visto que se siguen viendo los trabajadores españoles, hay que añadirle su cita con la Agencia Tributaria a partir del 7 de abril. Pues tanto las retribuciones percibidas a través de la empresa como por el SEPE se considerarán a nivel fiscal como rendimiento de trabajo. Con ello, a la hora de realizar la declaración de la renta se traduce como si tuviesen dos pagadores.
Algo parecido pasará también a los autónomos, en el que todas las prestaciones percibidas durante estos meses también tributarán a Hacienda igual que un asalariado.