El pasado 27 de junio, la víspera del día del orgullo LGTBI, la ministra de igualdad Irene Montero anunció la aprobación de la “Ley Trans”. La nueva ley incluye la demanda principal del movimiento LGTBI: La autodeterminación de género sin un estudio médico previo. Es decir, a partir de ahora, cualquier persona podrá decidir su género en función de lo que siente. Pero ¿es en realidad progresista la nueva Ley Trans del gobierno?

Irene Montero con el puño en alto. Fuente: Onda Cero
CIENCIA Y AUTODETERMINACIÓN DE GÉNERO
Según la evolución de los estudios de la biología, la manifestación material del género es el sexo. Llegados a este punto cabria plantear la siguiente pregunta. ¿ El hecho de sentirme gato o perro me convierte en dichos animales? La respuesta es radicalmente rotunda: NO. El sexo es una condición biológica, y por lo tanto , material. Y como bien sabemos, las ideas surgen de la materia y no viceversa. Por lo tanto, no estaríamos engañando a nadie afirmando que la autodeterminación de género es profundamente anticientífica e idealista.
Por otra parte, habría que poner encima de la mesa otra pregunta al hilo de la autodeterminación de género. ¿ Quién es el sujeto en el planteamiento “transgresor” de la autodeterminación del género? ¿ El sujeto es el individuo o es un movimiento revolucionario colectivo? El sujeto de la nueva “Ley Trans” es el individuo. Según esta nueva ley, el individuo, y no la clase, es el sujeto revolucionario. Planteando que el sujeto de forma aislada, con el único arma de la voluntad, puede transformar la realidad. Planteamiento que es profundamente liberal. Como todos los planteamientos de la izquierda del sistema, que ponen al individuo y su consumo transgresor como motor de la transformación. Según la nueva izquierda, la contradicción principal es la de los ciudadanos privilegiados y las minorías oprimidas. Dejando a un lado la contradicción que ha marcado el curso de la historia: La lucha de clases. De hecho, habría que definir qué es para ellos un ciudadano privilegiado. Calificación realmente subjetiva, por supuesto.
El Frente Obrero se opuso desde el principio a la “Ley Trans” volviendo a denunciar la deriva reaccionaria y anticientífica de la denominada nueva izquierda. Campaña que sirvió a mucha gente para replantearse su posición frente a dicha ley.