El gobierno de la Generalitat Valenciana, formado por PSOE, Compromís y Podemos, ha anunciado que a partir del próximo 1 de junio despedirá a más de 4000 sanitarios. La mayoría de éstos fueron contratados durante la pandemia y suponen más de la mitad de la plantilla destinada al COVID-19.
La Conselleria de Sanidad se ha excusado bajo el pretexto de que la pandemia está bastante controlada y no se pueden permitir renovar al total de 5300 trabajadores contratados. Sindicatos como el CSIF han denunciado que se prevé la supresión del 43% del personal contratado durante la pandemia, pasando de 9.309 a 5.337 plazas. En la práctica, va a suponer la pérdida de 645 enfermeros en hospitales o 474 en centros de salud, muchos de los cuales se encargan de administrar las propias vacunas.
