La filial vasca del grupo Repsol, Petronor, es una de las mayores y más prestigiosas empresas de Euskadi. Con sede en Muskiz, Bizkaia, la refinería lleva ya más de 50 años siendo un referente industrial para la zona. No obstante, en los últimos tiempos, el clientelismo y la mala gestión por parte de la dirección, ha provocado una crisis en la empresa, la cual están comenzando a pagar los trabajadores.
En un contexto en el cual la industria petrolífera va perdiendo su enorme peso, las empresas relacionadas podrían encontrarse en un callejón sin salida. No obstante, Repsol, y por lo tanto, Petronor, está comenzando a invertir en el mercado del hidrógeno como combustible. Ya han cerrado el proyecto de una planta de obtención de Hidrógeno Verde en el propio puerto de Bilbao. Se puede ver pues, que el capital no se queda quieto, cambia de rama productiva en busca de su beneficio. Petronor, obviamente, no iba a ser menos.
Sin embargo, la empresa anunció a finales de abril un ERTE que afectaría a buena parte de los trabajadores de la planta de Muskiz, bajo el pretexto de baja producción y por lo tanto ganancias. Resulta curioso que se aluda a que las ganancias son bajas, cuando en el primer semestre de 2021, los beneficios del Grupo Repsol son de 1235 millones de euros. Los trabajadores, no tuvieron otra opción más que echarse a la calle, y plantar cara a la dirección.

Trabajadores de Tubacex, Petronor, Bilboko Argiak, Novaltia e ITP en una manifestación conjunta en Bilbao. Fuente: Ecuador Etxea.
Lo más preocupante, no es únicamente el recorte en salarios, sino el paulatino y progresivo empeoramiento de las condiciones laborales de las que disponían los trabajadores. El ERTE ha provocado que haya unidades vacías en una planta de refino de crudo, lo cual puede llevar a problemas fatales. También se ha recortado en seguridad laboral y de la propia infraestructura, aumentando el riesgo de accidentes. Por último, las horas extras se han disparado para algunos trabajadores y departamentos, fruto de la mala gestión del ERTE.
Ante este atropello, la plantilla de Petronor se plantó y llevó a la empresa a los tribunales, el día 21 de julio, para denunciar la injusticia del ERTE y buscar su nulidad. El juzgado, finalmente, declaró INJUSTIFICADO el ERTE de Petronor y sentenció a la empresa a reponer a los afectados sus anteriores condiciones laborales, además del pago de los salarios correspondientes. Parece obvio que la empresa recurrirá, al igual que ha ocurrido en procesos semejante en la zona, como Tubacex o ITP-PCB, alargando el proceso y por lo tanto el problema.

Trabajadores en huelga ante la subdelegación del Gobierno en Bilbao. Fuente: Twitter.
Los trabajadores han dado un gran ejemplo de lucha y principios durante estos meses, soportando difamaciones de medios de comunicación, políticos y empresarios varios. Han recibido en sus propias carnes la represión policial, cuando únicamente ejercían su derecho a la huelga y a la reunión. Pero todo eso, lo compensa la solidaridad profesada por los trabajadores y la fe en su capacidad de lucha.
En estos meses, se ha podido ver mejor que nunca, la relación entre el poder económico y el político. Cada vez es más difícil diferenciarlos, no hay más que ver a los componentes del Consejo de Administración. También fue muy ilustrativa la imagen que se muestra para terminar el artículo, donde sobran las palabras para describir una realidad cada vez más sangrante.

Ferrari entrando a través del piquete a la planta de Petronor en Muskiz. Fuente: Facebook.
