ENCE energía y celulosa es una empresa dedicada a la transformación de eucalipto en pasta de celulosa, base para la producción de papel y a la producción de energía. Esta es la primera empresa en producción de esta materia prima en Europa y la segunda según la cuota de mercado. Sus dos fábricas actuales situadas en las ciudad gallega de Pontevedra y en el municipio asturiano de Navia.
Pese a que el conflicto lleva arraigado mas de 20 años, en los tres últimos se han recrudecido las disputas entre patronal y los nacionalistas que enarbolan la bandera del “ecologismo”. Estos últimos meses los medios reflejan por encima de todo los conflictos entre estos dos grupos. Lo cierto es que bajo esta superficie de guerra patronal, existen puestos de trabajo que dependen de la resolución de la audiencia nacional.
El origen del conflicto.
El 20 de enero de 2016, Mariano Rajoy otorgó a la fabrica situada en Pontevedra una prologa que le permitiría operar otros 60 años mas indultando al complejo de un cierre previsto en julio del 2018. En marzo del 2019, El gobierno de coalición considera ilegal dicho indulto. La opinión de la Dirección General de Costas del Ministerio para la Transición Ecológica, esta soportada por el Ayuntamiento de Pontevedra (donde gobierna el BNG en coalición con el PSOE) y basada en fuentes de Greenpeace, pese a que realmente no existen argumentos en relación al medioambiente, los ecologistas únicamente se escudan en la concesión pública de los terrenos donde está construida. Actualmente se encuentra en cercana la resolución de la demanda presentada ante la Audiencia Nacional, en la que no solo se decidirá el destino de una fábrica.
Casi 5.100 trabajadores afectados.
El foco se localizó durante todo el conflicto en la respuesta del directivo de la empresa y las maniobras del Ayuntamiento de Pontevedra como las movilizaciones de colectivos, todos a la cola del Bloque Nacionalista Galego. Lo cierto es que la empresa en sí, según ADRP con un informe que trata de quitar hierro al asunto, en la fábrica solo trabajan “270 trabajadores” directos en la fábrica y “110 puestos de oficinas”.
La realidad es que el 30% del empleo relacionado con el mundo forestal en Galicia viene enteramente relacionado con ENCE, afectando su cierre a alrededor de 5.100 trabajadores. En un principio, el cierre no se planteó de manera tan tajante, pues se pretendía reubicarla en otro sector industrial gallego. Recientemente un informe técnico de Idom catalogó de imposible su reubicación en otro aplazamiento “técnicamente viable.” Esto es en parte, no unicamente por la situación geográfica, sino por el dinero necesario, unos 700 millones según la empresa. Actualmente solo existen dos opciones, o reubicar la empresa en países extranjeros como Argentina o Brasil donde es mas barata la localización, como ya se ha planteado o cerrar la fabrica y destruir miles de puestos de trabajo.
El nacionalismo en guerra contra los trabajadores
Durante todo este proceso, los afectados no solo tuvieron que ver como sus trabajos eran utilizados como una moneda de cambio entre gobierno y empresa o como se ignoraba su situación sino que tuvieron a la “izquierda” nacionalista gallega enfrente. Gobernando en coalición en un gobierno “nacionalista y feminista”, el BNG y el PSOE denunciaron, basados en la ley de Seguridad Ciudadana, a 13 trabajadores por “tomar” el ayuntamiento en forma de protesta. El propio diputado del BNG en el Parlamento gallego, Luís Bará, exigió al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo y la propia empresa que condene la “campaña violenta de ENCE contra las decisiones de los gobiernos democráticos” y se sitúe en contra de los trabajadores.
Los propios nacionalistas y todos los grupúsculos que los rodean, se presentaron y movilizaron bajo la plataforma APDR. Mientras tanto la sección gallega de Fridays for Future, junto a otras organizaciones lo hicieron bajo el “Movemento Galego polo clima” que justifican el cierre de la fábrica debido a los vertidos de mercurio (basándose en datos que provenían del desmantelamiento de una filial y no son de la producción de la propia empresa). Estas movilizaciones solo ejemplifican cuales son las prioridades “progresistas” de estos grupos, que prefieren quitar el pan a mas de 5.000 familias antes que dejar de seguir la moda “ecologista”
Los trabajadores convocaron para el viernes 16 de julio una multitudinaria manifestación para reflejar su repulsa ante estos grupos y defender los derechos de los trabajadores y sindicalistas que están en procesos judiciales.
"El BNG está defendiendo la industria y los puestos de trabajo". Tres meses antes engordando una Ley que atenta directamente contra la industria y sus puestos de trabajo. Ratas. https://t.co/kMrhHgwkLY pic.twitter.com/3ianIM2jFs
— Proletario #ENCENOSECIERRA (@GZ_soviet) July 2, 2021