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ERES, ERTES y un año negro para la clase trabajadora

Sólo en Cataluña los trabajadores afectados por un ERE han aumentado en casi un 2000% durante los meses de enero y febrero de 2021. mientras datos publicados por el Ministerio muestran un descenso agravado de la movilización de los trabajadores en defensa de sus derechos, en relación a años anteriores.

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Imagen ilustrativa

El aumento vertiginoso de los expedientes de Regulación de Empleo (ERE), y los datos de reducción de puestos de trabajo durante el pasado 2020 (que ya supera los 400.000) muestran que las medidas aplicadas por el Gobierno para amortiguar la destrucción de empleo no están funcionando. ERES y ertes

Solamente en Cataluña, según los datos publicados por Treball, más de 4000 trabajadores se han visto abocados al despido entre enero y febrero de 2021 a causa de un ERE. Este dato supone que en febrero de 2021 ya se había alcanzado una cifra de despidos por ERE igual a la mitad de todos los trabajadores de Cataluña afectados por un ERE en el año anterior, y supone un aumento de casi el 2000% en relación al mismo periodo del año anterior. ERES y ertes

Además, empresas españolas que cerraron con beneficios el año 2020 han iniciado el año anunciando planes de reestructuración de sus plantillas y cierre de locales y tiendas, lo que augura una nueva ola de despidos en los próximos meses. Entre algunas de las empresas que han anunciado estas reestructuraciones destacan Cocacola, Zara, Tubacex, Bosch o CaixaBanc, esta última anunciando unos 8200 despidos y prejubilaciones.

¿Se reduce las combatividad?

A estos datos hay que añadir los publicados por parte del Ministerio de Trabajo referentes a Huelgas y Cierres Patronales (avance de 2020). Los datos publicados por el Ministerio muestran un descenso agravado de la movilización de los trabajadores en defensa de sus derechos, en relación a años anteriores. En el año 2020 participaron en una huelga unos 150.000 trabajadores, uno de los datos más bajos de los últimos años. En comparativa, en el año 2019 fueron participantes en huelgas unos 260.000 trabajadores, cien mil más que en 2020.

Este dato se debe en gran medida a las políticas económicas que el Gobierno ha llevado a cabo para paliar la cascada de despidos, y que han frenado la consecuente movilización de los trabajadores. Aún así, el aumento de los ERE desde principios de año, la destrucción de más de 400.000 puestos de trabajo y los más de 700.000 trabajadores en ERTE (muchos de los cuales pueden convertirse también en ERE) es una bomba de relojería que podría terminar por explotar en mayo, cuando finalice el estado de alarma. ERES y ertes

Una vez más los datos reflejan la incapacidad del Gobierno en lo referente al desempleo, que sigue rozando en marzo de 2021 los 4 millones de desempleados, aún con la reducción de 59.000 de ellos en el pasado mes. Este hecho, al que hay que añadir la agudizada reducción de las acciones colectivas de los trabajadores en defensa de sus derechos, mediante huelgas u otras acciones reivindicativas, no predestina un buen año para la clase trabajadora.

Las “omisiones” de Yolanda Díaz

La Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, al ser preguntada el pasado 15 de abril en el programa “El Intermedio” sobre cuántos trabajadores que estuvieran en ERTE podían acabar en un ERE afirmó que “nunca se iría de un ERTE a un ERE”, indicando que son procesos distintos, y que uno es una medida individual y el otro una medida colectiva.

Aunque es cierto que ambas medidas son distintas, este hecho no impide que los trabajadores sean despedidos tras un ERTE, ya que no existe una prohibición expresa de despedir en la normativa. En caso de un despido, la consecuencia para la empresa sería la devolución de las ayudas recibidas, y no debería devolverlas si este despido ocurre tras pasar seis meses desde la reincorporación del trabajador.

Como prueba de que la afirmación de la Ministra no es lo que ocurre en el día a día de los trabajadores podemos poner como ejemplo a algunas empresas que, habiéndose visto beneficiadas por los ERTE, ahora han despedido a algunos de sus trabajadores: Douglas (600 despidos), Pascual (más de 120 despidos), o Tubacex, que además de los 150 despidos anunciados pretende mantener un ERTE a más de 500 trabajadores, son solamente algunos de los ejemplos de que las palabras de la Ministra no se muestran como tal en la realidad del trabajo en España.

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