El anuncio de Siemens de querer cerrar la fábrica y trasladarse a Portugal dejan de manifiesto el fenómeno que lleva sufriendo España desde los años ochenta, el desmantelamiento de nuestra industria.
Este fenómeno no es casual, se inició con el ajuste al sector industrial en 1982 iniciado con el PSOE de Felipe González, en el que con la reconversión industrial decidió dar por perdidos muchos sectores industriales, como el textil.
El desmantelamiento paulatino de nuestra industria para satisfacer las políticas de la Unión Europea que ha decidido que seamos un país dedicado al sector servicios ha provocado que el PIB español haya pasado de representar un16% en industria a día de hoy, frente al 30% que representaba en 1975.
El desmantelamiento de nuestra industria no sólo ha convertido a España en un país dependiente, siendo el bar de Europa, sino que la falta de esta industria se ha visto muy reflejada con la crisis del coronavirus, en el que España a penas pudo producir sus mascarillas y sus equipos PCR.