Un bloque de 16 familias en un barrio céntrico de València van a ser desalojadas de sus casas de toda la vida cuando finalice su contrato para construir 32 apartamentos turísticos con el único fin de enriquecerse. El fondo francés, no suficiente con echar a la calle a estas familias donde hay desde niños a matrimonios de ancianos, coacciona a las personas que viven aquí ofreciéndoles dinero (una misera cantidad) y diciéndoles que si se marchan antes obtendrán más bonificación.
Una de las vecinas del bloque cuenta que sus padres viven ahí desde hace décadas y el fondo francés les ha presionado diciendo que se iban a quedar solos en la finca y que se les iba a llenar de okupas. Además, a esta misma vecina le dijeron que metiera a sus padres en una residencia.
Todo esto esta pasando ante los ojos del Ayuntamiento de València y de la Generalitat, donde nadie se ha posicionado públicamente sobre esta situación, ni siquiera el responsable de vivienda Rubén Martínez Dalmau, quién desde que entró en el cargo se le acumulan los casos de desahucios.