Este 1 de abril tuvo lugar en Sevilla el XX Congreso Nacional del Partido Popular, cuya función principal ha sido designar a Alberto Núñez Feijóo como su nuevo presidente, substituyendo así a Pablo Casado.
En la ciudad andaluza se ha dado cita la plana mayor del partido (incluyendo al expresidente Aznar que debido al coronavirus tuvo que intervenir de forma telemática). Curiosamente el partido presentaba a un candidato que representa a uno de los principales gobiernos autonómicos del partido, en uno de los gobiernos autonómicos del PSOE. Toda la escenografía del evento ha girado en torno a la figura del nuevo presidente, que llegaba al reciento debidamente acompañado por el expresidente Rajoy.
Feijóo ha intervenido en dos ocasiones a lo largo del Congreso. En la primera se ha centrado en su dimisión como presidente del PP de Galicia, tal como él lo expresó “de mi tierra” (una idea que ha sido muy recurrente a lo largo de todas sus intervenciones, llegando a nombrar a la Galitzia polaca o a una supuesta “Baviera gallega”). Núñez Feijóo ha indicado que esto se producía después de 16 años, indicando que “ya iba siendo hora”. A lo largo de su intervención destacó que disfrutaban de una España autonómica, siendo este regionalismo bucólico folclorista bastante común en el panorama político gallego (inaugurado por Ramón Piñeiro y reinterpretado posteriormente por Fraga Iribarne). Además el nuevo presidente popular dedicó gran parte de su intervención a presumir sin tapujos de su “modelo de gestión”, que consistiría en aminorar los impuestos y al mismo tiempo aumentar la inversión pública, cuadrando así las cuentas. Una afirmación bastante curiosa fue la de que “No se paga impuestos en el rural. Eso es luchar contra la despoblación”, algo que se contradice con el entramado de alcaldías del PP en tierra gallega, ya que son abundantes los casos de connivencia entre estos y ciertos desvíos de caudales públicos, sumado a tasas fiscales a veces difícilmente justificables. Se contradice también con el registro en 2020 de 17.561 muertes más que nacimientos, la peor cifra desde que hay registros desde 1975 (según el Instituto de Estadística Gallego). Para finalizar, se aventuró con la lírica, afirmando que él vendría a hablar de “cuentas” no de “cuentos”.
👉 @FeijooGalicia: “En el año 2016, hicimos la mayor rebaja de impuestos de la historia de Galicia. Somos la única CC.AA. en la que no se pagan impuestos en el rural. Eso es luchar contra la despoblación”. #LoHaremosBien pic.twitter.com/d5A4EdBbT5
— Partido Popular (@populares) April 1, 2022
Con posterioridad a la introducción del gallego hubo otras intervenciones también destacables. Quien fue recibida con una gran ovación fue Díaz Ayuso. Esta también hizo gala de su gestión, con mucho énfasis en la libertad, que supuestamente imperaría en Madrid con su gobierno. Ayuso, citando al siempre presente Aznar, afirmó que el PP siempre debería tener presentes tres “cosas”: “España, constitución y Europa” . Como curiosidad, Ayuso se refirió al gabinete de Sánchez como el gobierno del “Ecofeminismo resiliente empoderado con perspectiva de género sostenible”. Sin mencionar a Casado, la presidenta de Madrid acabó agradeciendo “los sacrificios” de Feijoo.
Posteriormente, y por vía telemática, intervino el expresidente José María Aznar, recordando la importancia de la tríada: “Generosidad, ambición y responsabilidad”. Curiosamente recordó a Casado en su intervención, concluyendo que “donde quiera que esté, gracias Pablo por tu esfuerzo”. En referencia al nuevo candidato popular, afirmó apoyarlo “sin reservas y con esperanza”, destacando la solidez (incluso la rocosidad) del gallego a lo largo de su carrera política. Lo más sorprendente de la intervención de Aznar fue su reiteración en el apoyo a la OTAN y al servilismo hacia Estados Unidos, siendo esta una gran coincidencia con el gobierno Sánchez.
Finalmente, la segunda intervención del gallego fue más de carácter festivo y sin un trasfondo político muy marcado. Fue destacable el momento en el que Feijoo adoptó momentáneamente de idioma y en gallego dió agradecimientos a Galicia, afirmando que “las lenguas no se combaten, se respetan”. A continuación afirmó “somos el partido del “bilingüísmo cordial”, en clara alusión a VOX y las dificultades de estos para adaptarse a la particularidad social y política gallegas.
