El pasado viernes día 14 de mayo, se alcanzaba la fecha que nadie en Euskadi quería oír. Las tareas de búsqueda del cuerpo de Joaquín Beltrán entre las toneladas de basura del vertedero de Zaldibar finalizaban por parte del Gobierno Vasco. El derrumbamiento en el vertedero ocurrió hace un año y tres meses, enterrando bajo los residuos a dos trabajadores, el propio Joaquín y Alberto Sololuze. Los restos de Alberto se localizaron en el pasado mes de agosto.
Lo más deprimente es que entre el derrumbe de Zaldibar y hoy que se suspenden la búsqueda de Joaquín Beltrán, ha habido unas elecciones.
Y ganaron ellos, los que se reparten el dinero público entre sus empresas amigas en el pacto de gobierno más sólido de todo España.— Don Mitxel I de Euskadi y V del Secarral (@DonMitxel_I) May 14, 2021
Con esta noticia, termina un periodo en el cual la aceptación de responsabilidades ha brillado por su ausencia. Ni la empresa, Verter Recycling, ni el Gobierno Vasco han sido capaces de dar la cara ante la situación. En el caso de Verter, se conoce que existían numerosas irregularidades en el tratamiento de los residuos, como por ejemplo la acumulación de amianto ilegalmente. Desde el fatídico día del accidente, su propietario Jose Ignacio Barinaga no ha recibido ningún tipo de sanción. Por el momento sólo se con0ce que habrá dos juicios contra la empresa de Barinaga.
El gobierno vasco recuerda que los responsables políticos del vertedero de Zaldibar ya no están en sus puestos.
Están en otros.— Don Mitxel I de Euskadi y V del Secarral (@DonMitxel_I) May 14, 2021
Por la parte del Gobierno Vasco, el dispositivo de búsqueda de ambos trabajadores lleva presupuestado hasta 21 millones de euros. Todavía no se ha especificado de donde saldrá el dinero para pagar dichas labores, ya que el seguro de Verter Recycling sólo cubre un millón. El papel del ejecutivo y de la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia ha consistido básicamente en ‘escurrir el bulto’.
A partir de ahora se cambiarán las labores de búsqueda del cuerpo de Joaquín por las de sellado del vertedero. Con ello, se pretende hacer olvidar la desgracia ocurrida en el mismo, pero lo que descansa allí son los restos de una persona. Un trabajador que sufrió las negligencias de la empresa donde trabajaba y cuya familia lleva viviendo una pesadilla desde entonces.