El caso de Miguel -que tiene una minusvalía visual del 83 por ciento, de su pensión de 390 euros casi la mitad lo destina a un préstamo por el entierro de su mujer y desde que fue desahuciado durante la pandemia ha soportado temperaturas de hasta 15 grados bajo cero viviendo junto al río-ha saltado hoy a la luz pública: trabajadores marginados por las autoridades obligados a malvivir, abandonados a su suerte, mientras los políticos llenan sus bocas diciendo que nadie se quedará atrás.
Miguel, vive junto al río Tajo, en Toledo, en una situación extrema… La #EspañaOlvidada
De verdad los Ayuntamiento no tienen viviendas para evitar el #Sinhogarismo Ni siquiera en Pandemia, en invierno, …?#TodosSomosMiguel En España hay demasiados Miguel. pic.twitter.com/qqyczQ6lUo
— Mada Heras (@HerasMada) January 29, 2021
Tras una difusión del problema por redes sociales por los vecinos de Toledo, el comité pro-Frente obrero de Toledo, recién formado, se concentró este jueves para denunciar la situación. Mediante su acción, denuncian la incapacidad del Gobierno para asegurar una vivienda digna a los trabajadores, la pasividad de Servicios Sociales, y responsabilizan a la alcaldesa del PSOE, Milagros Tolón.
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