Hace unos días, se dió la demolición con explosivos de la chimenea de 175 metros de altura de la Central Térmica de Velilla del Río Carrión. De esta manera, se da por terminado el proceso de desmantelamiento de la central. El cierre comenzó hace dos años con el despido de los trabajadores y el apagón de la central de forma oficial. Continuó el pasado año con la demolición de la otra torre de refrigeración.
ÚLTIMA HORA: Voladura de la chimenea de 175 metros de altura de la Central Térmica de Velilla del Río Carrión.#iberdrola #montañapalentina #velilladelriocarrion #mineria #Central #diariodevalderueda #termicas pic.twitter.com/Fj2JwsrBRq
— Diario de Valderrueda (@DDValderrueda) June 30, 2022
La central térmica era propiedad de Iberdrola y el destino de la energía generada eran las subestaciones de Herrera de Pisuerga, Villalbilla de Burgos, Mataporquera, Riaño, Navatejera, Nansa, Molledo, La Robla, Herrera de Pisuerga y Lada. Es decir, todas ellas en el entorno de la central en zonas de Palencia y León.
Este cierre ha culminado esta semana con la demolición de la última infraestructura que quedaba de esta central térmica. El objetivo de dicho cierre es cumplir con objetivos de ecología y medio ambiente. Sin embargo, no se ha presentado alternativa alguna para los trabajadores de dicha planta. Tampoco nada para la producción de dicha energía, ya que la falta de esta energía pasará a ser importada. De esta manera se evidencia de nuevo la dependencia energética del país con respecto al extranjero y la falta de capacidad de reacción.