Ayer los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia de que Inditex donaba 3 millones de euros y 500.000 abrigos a los afectados por el terremoto de Turquía.
Las editoriales explicaban que la empresa fundada por Amancio Ortega y que ahora encabeza su hija Marta, ha realizó esta donación a la Media Luna Roja para «para cubrir necesidades básicas de las personas afectadas por los seísmos» ¿Pero qué se dejaban por fuera las salas de redacción?
La hipocresía y el lavado de cara
Ayer, uno de los representantes del Frente Obrero, Fermín Turia, escribía en su cuenta de Twitter que la acción de Inditex “no es una donación es un coste más para limpiar su reputación. Tres millones no son nada al lado de lo que ha ganado Inditex fabricando ropa con mano de obra esclava en Turquía. Amancio Ortega es un parásito sin escrúpulos no un altruista”.
No es una donación es un coste más para limpiar su reputación. 3 M no son nada al lado de lo que ha ganado inditex fabricando ropa con mano de obra esclava en Turquía. Amancio Ortega es un parásito sin escrúpulos no un altruista. pic.twitter.com/whZ2VyfX5M
— Fermín Turia (@fermin_turia) February 9, 2023
Turia hace referencia a las deplorables condiciones de trabajo en las 1.459 fábricas turcas donde la empresa de Ortega manda a fabricar sus productos, cuya mano de obra incluye, entre otros, a refugiados sirios.
En el año 2016, el programa de investigación de la BBC, Panorama, descubrió que refugiados sirios, entre ellos menores de edad, son explotados en fábricas que producen ropa para reconocidas marcas, entre ellas las de Inditex.
Pero no es sólo Turquía
Inditex trabaja con 7.210 plantas en el mundo de forma no exclusiva que producen todos sus diseños, pero el 95% de todo lo que vende la compañía se elabora en tan sólo 11 países: Portugal,Marruecos,Turquía, India, Pakistán Bangladés,Vietnam, Camboya,China, Argentina y Brasil. Muchos de estos países no son elegidos al azar, sino porque ofrecen mano de obra extremadamente barata y sistemas judiciales que permiten atropellos contra los trabajadores.
Una investigación realizada por ‘The Guardian’ en el 2020 revelaba que las fábricas de marcas como Zara o HM, llevaban meses sin abonar el salario mínimo a sus plantillas, unos 55 euros mensuales. Más de 400.000 empleados de estas fábricas aseguraban no haber recibido el salario mínimo legal del estado desde abril de 2020.
Un informe de Centre for Research on Multinational Corporations (SOMO) de 2012, titulado “Captured by Cotton” denunciaba que la compañía Eastman Exports (uno de los proveedores de Inditex) reclutaba niñas indias de entre 14 y 20 años, normalmente de la casta más baja del país. Jornadas de 12 horas diarias y 72 horas semanales o prohibición expresa de unirse a un sindicato son algunas de las condiciones a las que se les sometía.
También en Argentina Inditex ha sido acusada de explotación laboral, y en 2013 la ONG La Alameda dio a conocer que existían al menos cuatro talleres ilegales que fabricaban ropa de Zara a través de subcontratas, con jornadas de 13 horas.