Este lunes 18 de abril las limpiadoras municipales de Vigo, contratadas por la empresa Urbaser, se declaraban en huelga indefinida como medida de presión para la aprobación de un nuevo convenio.
Las trabajadoras realizan el servicio de limpieza de todos las instalaciones y edificios municipales, siendo una plantilla de en torno a 60 limpiadoras. Han anunciado que realizarán protestas diarias todas las mañanas frente al ayuntamiento.
Aunque las protestas se iniciaron esta semana, el malestar de las empleadas viene de tiempo atrás, ya que su convenio caducó el 31 de diciembre de 2019. Las limpiadoras reclaman principalmente condiciones de trabajo dignas, afirmando que la empresa no cumple la licitación y se niega a negociar un nuevo convenio colectivo. Entre las principales reclamaciones dentro del nuevo convenio encontramos la actualización de los salarios, solicitando que se haga en base al IPC real y de forma retroactiva por el tiempo sin convenio. Además solicitan una cuarta paga y la reducción de la jornada laboral. A esto se suma una reclamación muy común en el sector de la limpieza, y es la denuncia de la sobrecarga de trabajo ante la no reposición del personal suficiente.
El inicio de la huelga ha desatado fuertes hostilidades en el consistorio vigués, ya que el comité de empresa reseña que los servicios mínimos impiden el ejercicio de la huelga. La actitud hostil del Ayuntamiento es clara, ya que tampoco ha respondido hasta el momento a las demandas de los trabajadores. Incluso se ha reportado que desde el ayuntamiento se obligó a empleados de FCC, encargados de la recogida de basura municipal, a limpiar el consistorio. Con posterioridad trataron de justificarlo asegurando que se había tratado de un error en base a una decisión arbitraria de un trabajador.