Pese a que se discute su reforma en el Congreso, la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, también conocida como “Ley del sólo sí es sí” sigue causando estragos, pues ya ha provocado la reducción de las penas de 731 agresores sexuales.
Según los informes, algunos de los condenados siguen solicitando la revisión de sus penas, mientras que otros están siendo condenados con penas más bajas gracias a la aplicación de una ley que establece condenas inferiores. En ambos casos, los agresores sexuales están saliendo beneficiados por la ley impulsada por la ministra de Igualdad, Irene Montero.
A pesar de las críticas, la ministra ha negado que su iniciativa fuera a provocar una reducción de penas y ha calificado las acusaciones de “propaganda machista”. Montero sostiene que La Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual fue diseñada para mejorar la protección de las víctimas de agresiones sexuales y establecer una definición más clara del consentimiento en las relaciones sexuales.
Sin embargo, los críticos de la ley afirman que los cambios han creado una situación en la que los agresores sexuales están siendo tratados de manera más benigna, mientras que las víctimas de la violencia sexual siguen sin recibir la protección adecuada.