Desde los años 80, las ONG no han parado de proliferar. Las hay de todo tipo y gracias a sus grandes campañas de marketing, se han colado en la cultura popular, siendo conocidas por toda la sociedad.
Es de todos conocido también, que durante años existe poca confianza en estas organizaciones, ya que sus formas de pedir las donaciones no aseguran de forma que el dinero se emplee de forma lícita. Esta desconfianza parte también de que los colaboradores indirectos, en muchas ocasiones no acaban viendo el resultado de su solidaridad.
Lo cierto es que pese a la desconfianza, un tercio de la población española (31,7%), donando una media de 101,05, según asegura un estudio de la Asociación para la Investigación de los Medios de comunicación (AIMC). La ONG a la que aporta más gente es Cruz Roja y junto a ella Intermón Oxfam, Cáritas, ACNUR o UNICEF reúnen a una gran cantidad de población solidaria, que “financia” proyectos a base del dinero que ganan trabajando.
Las Organizaciones No Gubernamentales, pese a serlo, mantienen un contacto y directo constante con los gobiernos de los países e instituciones como la UE o la ONU. Viven de sus subvenciones y sus planes de financiación.
En concreto, la Unión Europea ofrece a las ONG que trabajan en relación con diversas políticas puedan beneficiarse del Fondo Social Europeo y de ayudas para llevar a cabo sus proyectos.
Según un estudio que la Fundación Consumer, tan sólo Greenpeace, Amnistía Internacional, Misiones diocesanas y la Asociación de educación ambiental y ecología social obtienen el 100% de sus ingresos sin recurrir a instituciones públicas en España.

Junta directiva de Greenpeace España
Cruz Roja, que en España tiene case 600.000 socios y colaboradores recibe una media anual de 4.500.000 millones de euros. En su catálogo de proyectos podemos observar como el primer plan, el Plan de Comunicación, basado enteramente en uno de los puntos clave a señalar en estas ONG, el marketing. Gran parte de sus presupuestos y en concreto el de Cruz Roja, se va hacia la publicidad. Esta, lejos de mostrar el resultado de la solidaridad de sus socios, es empleada para publicitar la organización y aumentar el número de donaciones.

Manifestación de Amnistía Internacional
El caso de Oxfam Intermón, ONG con la que recientemente se ha reunido nuestro presidente del gobierno, es uno de los casos mas sonados de los últimos años. El conglomerado de 19 organizaciones, trabaja en 47 países “educir las desigualdades sociales y económicas en el mundo”, la cual arroja beneficios de casi un millón y medio. La polémica estalló, a pesar de la intención de la organización por esconderlo, cuando tras una investigación se vieron obligados a admitir que tras los terremotos de Haití en el 2010, varios altos cargos, entre ellos el director de la organización participaron en una orgía de mujeres prostituidas. Las casas donde se realizaron fueron pagadas por las ONG y no se descarta que algunas de las prostitutas fueran menores de edad.
Otras organizaciones como Medicos Sin Fronteras, que también tras años ocultandolo admitieron la existencia de 2 5 abusos sexuales, o NRC en la que se descubrió la corrupción interna y el robo de alimentos destinados ayuda humanitaria, nos muestran de que magnitud es la hipocresía de estas ONG. Pese a que uno de cada tres españoles aportan a alguna de estas, en este país se siguen viendo colas del hambre de 500 personas, sigue habiendo falta de recursos en países menos desarrollados y la miseria en el mundo aumenta.