El pasado miércoles el Tribunal Supremo dio a conocer la resolución del derecho de los trabajadores sexuales a poder sindicarse. El tribunal no entró en la cuestión de legalidad o ilegalidad de la prostitución.
El sindicato OTRAS, un sindicato de prostitutas y proxenetas celebraba la noticia. Se definen como “feministas interseccionales” y anticapitalistas; abolicionistas de todas las formas de explotación. Se consideran trabajadoras de verdad, ni explotadas ni víctimas de trata, y “luchan” por entrar en el mundo laboral en forma de empleadores y asalariados.
Buscan legalizar el trabajo sexual y dotarlo de derechos para los “trabajadores”. Dicen reclamar la diferenciación entre “el libre ejercicio de la trabajadora” y “el tráfico y la trata de seres humanos que se da en el ámbito del trabajo sexual”, puesto que en España más del 80% de prostitutas son víctimas de trata, pero ¿qué diferencia a una prostituta víctima de trata de una por “elección propia”?

Logo del “sindicato”
¿Cuál es esa “elección propia”? Mujeres que se han visto obligadas a dejarse explotar sexualmente debido a su condición de pobreza y precariedad; sin unas condiciones de vida dignas; en situaciones de maltrato. Eso no es libre elección, la opresión que sufren como mujer trabajadora las obliga a hacerlo, una mujer con condiciones de vida dignas jamás se prestaría a realizar estos servicios.
Prostituirte para poder comer no es libre elección, es un tipo de esclavitud, desde el sindicato no promueven el trabajo digno y la libre elección, promueven sacar lucro de una explotación.
En su propio periódico online, las sindicadas envían testimonios que evidencian esta precariedad y falta de oportunidades: “…porque en ese entonces vivía con un chico super celoso que discutía conmigo a gritos y había amenazado con golpearme. Por eso, buscando salirme de su casa y tener dinero rápidamente, entré al trabajo sexual.”
El relato anterior es un reflejo de esas condiciones de pobreza y maltrato que abocan a una mujer a mercantilizar su cuerpo y ser explotada, ninguna ley jamás debería permitir y legitimar esa situación. No defienden los derechos de las oprimidas, sino de los opresores.
Al pedir la legalización, están intentado comparar la fuerza de trabajo con la mercantilización del cuerpo
Dicen en su ideario: “Por ello creemos y solicitamos la reforma del Código Penal diferenciando proxenetas de empresarios. Los proxenetas deben estar más perseguidos y castigados.”
Se olvidan de que los proxenetas son empresarios, no existe diferenciación alguna. En España, la prostitución está en una situación de alegalidad, es decir, no está prohibida ni reglamentada. En cambio la explotación y el proxenetismo sí, esto da cabida a que en el país sí exista la prostitución sin apenas complicaciones. Incluso los proxenetas se pueden dar de alta en la seguridad social como autónomos bajo licencias de actividad como falsos hosteleros.
Para Ximo Puig la prostitución no existe. Sin embargo la realidad de la Comunidad Valenciana es que existen decenas de prostíbulos y mafias que se lucran a base de la peor explotación y miseria de las mujeres.
¡Contra su falsa igualdad, construye el Frente Obrero! pic.twitter.com/ceYObmaJK0
— Frente Obrero España (@frenteobreroesp) March 8, 2021
Desde el “sindicato” OTRAS intentan hacer pasar su “lucha” como una lucha por los derechos de las trabajadoras sexuales, no engañan a nadie, no son trabajadoras.