Este miércoles, los estudiantes de la Universidad de Zaragoza se han manifestado contra la eliminación del turno de tardes y el traslado de la convocatoria de septiembre al mes de julio.

El rectorado decidió realizar una encuesta a todos los alumnos.
Pero, ¿Qué hay detrás de estas movilizaciones?
Durante el mes de abril, tras trasladar la propuesta del nuevo calendario académico al alumnado, el Consejo de Estudiantes (CEUZ) decidió realizar una encuesta a todos los alumnos.
El resultado de la misma arrojó datos demoledores; la mayoría de los estudiantes preferían mantener el turno de tardes y seguir con los exámenes en septiembre. Sin embargo, el rectorado prosiguió con sus medidas, apoyándose en el hecho de que la consulta del CEUZ era meramente informativa y no vinculante.
La comunidad estudiantil no ha tardado en responder y organizase frente a tales desplantes. La semana pasada se realizaron sucesivas asambleas en varias facultades y se decidió escoger este miércoles para manifestarse. La elección del día no fue arbitraria, pues ayer era la víspera de la firma definitiva del acuerdo por el cual se aprueba el nuevo calendario.

Como preludio de la manifestación, a principios de semana, los estudiantes se encerraron en el edificio Interfacultades.
Algunas de las organizaciones que lideran esta contestación, a la que finalmente se ha sumado el Consejo de Estudiantes, son Ramé, Precarias Unizar, Estudiantes en Movimiento, EDU y Vagas y Maleantes.
Junto a estas organizaciones, la tarde de ayer los estudiantes, el profesorado y el personal de administración marcharon por sus derechos en una multitudinaria movilización.
Las reivindicaciones en cuanto a la convocatoria extraordinaria son claras. Se pretende conseguir una consulta vinculante que tenga en cuenta las opiniones del estudiantado y del personal universitario. La opción más favorable, señalan los convocantes, sería incluir ambas convocatorias, julio y septiembre, para libre decisión de cada alumno.
Los manifestantes también se oponen al cierre de la universidad de tardes, señalando que es una medida clasista que perjudica en especial a los estudiantes que trabajan. Además, dicho cierre pone en entredicho los puestos de trabajo del personal administrativo y docente. Por último, implica la masificación de las aulas y la degradación de la calidad educativa.
Todos estos recortes encubiertos están propuestos por la Oficina Verde de Unizar. Se trata de organización que, amparándose en la lucha contra el cambio climático, ha apoyado iniciativas muy polémicas. Tal es el caso de las mal llamadas “medidas de eficiencia energética”, un eufemismo que camufla la restricción arbitraria de calefacción y electricidad en las aulas.
Por todo ello, esta mañana varios miembros de la comunidad estudiantil se han personado pacíficamente en el Paraninfo, donde han vuelto a reivindicar el derecho a un referéndum vinculante durante la votación del calendario académico.
Como puede apreciarse, el descontento de la comunidad universitaria de Zaragoza viene de lejos y tiene largo recorrido. Durante estas jornadas, los estudiantes han demostrado que, aunque el rectorado insista en negarles el voto, nunca dejarán de tener voz.
