Quédense con esa cifra, 1.592.175, pues según el Ministerio de Trabajo y la Seguridad Social, son los trabajadores afiliados en alta laboral (según división de actividad CNAE-2009), a la hostelería española, Códigos 55 y 56, respectivamente. Estos datos, son los últimos aportados por ambas administraciones en sus páginas webs y, cuya última fecha de actualización, corresponde al 7 de octubre del 2021.
La hostelería, es el sector que, junto con el comercio (1.870.634 comercio al por menor, 978.045 comercio al por menor), más trabajadores aporta al mercado laboral y al PIB español. Al menos, estos últimos datos son los que esgrimen los empresarios a la hora de exigir ayudas a Gobierno Central, Provincial o Ayuntamientos.
Pero, ¿qué hay de real en los datos que nos ofrece la Seguridad Social?
Muchos de ustedes se habrán encontrado con personas que les asaltan por la calle ofreciéndoles menús y ofertas en restaurantes, es muy típico ver personas de éste tipo en zonas turísticas de la costa. Por supuesto, son trabajadores sin contrato, en España pueden contarse por miles. Sus homólogos de la noche española, son los jóvenes que reparten flyers, invitan a chupitos o se pasean por las calles intentando llenar los locales de sus jefes. Su sueldo es a comisión, además de cobrar en especie, esto quiere decir, que acabarán la noche ebrios de tomar chupitos o copas según metan clientes al local en cuestión. Los contratos y asegurados en la noche española brillan por su ausencia. Con lo cual, podríamos decir, que, en los datos de afiliaciones, anteriormente descritos y, facilitados por la Seguridad Social, falta un altísimo porcentaje de contratos a jornada parcial.
Acabamos de hablar de trabajadores que muchas veces, no asociamos con el trabajo del sector hostelero, básicamente por desconocimiento. Y es que a la gente que no trabaja en el sector, por un lado, y a quien le da completamente igual, por otro, se le escapan multitud de datos que, al final, suman miles y miles de trabajos, no solo precarios, sino un fraude a la Agencia Tributaria y a la TGSS (Tesorería General de la Seguridad Social) que está haciendo un agujero enorme a las arcas del Estado Español y, por tanto, nos afecta a todos, tanto en cuanto, merma la capacidad presupuestaria que podría incidir, directamente, en la Sanidad y Educación Pública, ya de por sí castigadas por éste y anteriores Gobiernos. En cuanto al fraude a la TGSS, no debemos olvidar que, la falta de cotizantes, hace que las cotizaciones y, por tanto, la hucha de las pensiones, se vacíe, aún más tras los saqueos recibidos en los últimos años.
Recuperando el hilo de los trabajadores nombrados, la hostelería nocturna española, probablemente sea de las más conocidas y visitadas en Europa y, posiblemente, en todo el mundo. Canarias, Mallorca, la costa Mediterránea… nuestros turistas tienen donde elegir. Pero todo esto no se traduce en buenos contratos, trabajo de calidad, buenos sueldos, Convenios Colectivos actualizados, etc… En España, patronal, sindicatos y Gobierno, están empeñadas en someter a los trabajadores de nuestra hostelería a la mayor de las vejaciones posibles. De una a otra punta de la Península, de Norte a Sur, de Este a Oeste, cualquier ciudadano es conocedor de la falta de contratos y seguros de los trabajadores de la noche, por lo tanto, legalmente, estos no existen, pero ni la Inspección de Trabajo, ni Ministerio de Trabajo hacen nada por solucionar el problema. Habría que plantar cara a la patronal, a muchos empresarios importantes y son muchos los millones de euros en juego.
Existen miles trabajadores en el ocio nocturno. Pero, ¿dónde están?
La respuesta es tan sencilla como estúpida es la solución. Los disfrazan de trabajadores extras¸ eso también ocurre en la hostelería tradicional (bares, restaurantes, etc…), pero el hecho de ser extra, no es razón para no tener contrato ni seguro, es más, la ley exige que todo trabajador debe estar asegurado y contratado en el momento de ocupar su puesto de trabajo. El trabajador extra, como tal, no es una figura dentro de los Convenios Colectivos de Hostelería, salvo en un par de excepciones, ya que, la jornada parcial, ya da la solución necesaria y contractual para tales casos y situaciones. El problema en sí, recae sobre la Inspección de Trabajo de cada provincia, las ganas que tengan de solucionar los problemas de la hostelería y lo poco que conozcan a los empresarios de la hostelería local.
Por tanto, podríamos decir que la cifra real de trabajadores de la hostelería española, es ampliamente superior a la del título principal. El empresario español siempre se ha aprovechado de las situaciones personales, que en general, marca el mercado laboral Patrio. Saben perfectamente que la mayoría de los jóvenes no pondrán reparos a trabajar sin contrato y seguro, o que trabajarán por unos pocos euros y una copas o chupitos, pues buscan diversión y ganar algún dinero… ¿A quién no le ha gustado la noche? Aúnan noche, diversión y ganan un dinero, y ahí, es donde el empresario encuentra el nicho de explotación.
Esto entra dentro de lo lógico, pues, desde el punto de vista del empresario, es beneficioso para ambos, pero no es lícito. Causalidad (Causa-Efecto). No existe contrato, ni existe seguro. Por tanto, el trabajador no cotiza ni genera ningún tipo de beneficio para sí. El empresario, se ahorra todo el gasto que conlleva el seguro, contrato, impuestos, cotizaciones del trabajador; a su bolsillo, no solo irán los beneficios porcentuales que habrá calculado por todas las consumiciones vendidas, sino que además, todo el trabajo generado por el trabajador le saldrá gratuito, pues lo que el trabajador se llevará al bolsillo, ni tan siquiera será abonado como horas extras o por lo que por contrato debería percibir, sino que no llegará ni a un 25% de lo que habría cotizado, ni a un 2% de lo que habrá generado para una empresa para la que nunca habrá trabajado.
En la segunda parte de este artículo, y para no atiborrar a datos al lector, desgranaremos de forma mucho más extensa y exhaustiva todos los fraudes, incumplimientos y robos del empresario hostelero español, ya que nos adentraremos en la hostelería tradicional.