El miércoles 13 de abril llegará un lote con 300.000 vacunas monodosis de Janssen. Aunque esto pueda suponer un gran paso adelante, la gestión de la Unión Europea ha sido polémica desde que se aprobaron las vacunas.
Tras casi cuatro meses desde la llegada de las primeras vacunas de Pfizer, España suma hoy más de 22 mil contagiados con tan solo un 7% de la población vacunada. Estas cifras nos sitúan todavía lejos de la ansiada normalidad. Pero, ¿a qué se debe esto? ¿Realmente no hay vacunas?
Por supuesto que las hay. La Comisión Europea ha conseguido hacerse con casi 1.000 millones de dosis de Moderna, Pfizer, AstraZeneca y Janssen a día de hoy. Entonces, ¿por qué el COVID-19 sigue campando a sus anchas por el continente?
🇪🇸 DATOS COVID-19 ESPAÑA
🔵 CASOS NUEVOS
✔️ +22.744 total
✔️ 2.212 día previo🔴 197 FALLECIDOS
🏥 10.246 HOSP. [+887 🔴]
🚑 2.163 UCI [+113 🔴]⚠️ —> 😷 + 🔛 + 🧼 + 🌬
*Desde el viernes
👇🏻 HILO pic.twitter.com/6u15lGUzE4
— Miguel Ángel Reinoso (@mianrey) April 12, 2021
AstraZeneca y las dudas; Sputnik y los inconvenientes
La vacuna Inglesa no ha dejado a nadie indiferente. Tras la bendición de la Organización Mundial de la Salud, AstraZeneca fue aprobada por la UE el 29 de Enero y consecuentemente repartida por los 27 países. La aparición de 15 casos de trombos entre los más de 17 millones de europeos y británicos vacunados en la semana del 20 de marzo, dieron a la Agencia Europea del Medicamento la excusa perfecta para paralizar la vacunación. Esta cuestionada decisión supuso solo en España una disminución de un 25% en el reparto total de dosis semanales. Con la rectificación de la EMA hace pocos días, se ha abierto una brecha entre la vacunación en la UE y en Reino Unido; donde unos aún necesitamos el estado de alarma y confinamientos para contener la pandemia, otros han conseguido la inmunidad de rebaño.
Con Sputnik ha sido diferente. La vacuna Rusa actualmente es empleada en 39 países, aunque ninguno de ellos perteneciente a la Unión Europea. Con una efectividad testada del 92%, países como Chile o la misma Rusia han conseguido estabilizar al virus con ella.
Ante la lenta vacunación, algunas regiones de países Europeos se han lanzado a negociar la compra lotes sueltos con Rusia antes que la propia Comisión Europea. Es el caso de Baviera o Madrid. Tras estas primeras conversaciones, finalmente la UE ha acabado cediendo y la EMA estudiará la vacuna con detenimiento antes de aprobar la compra masiva. La Agencia Europea del Medicamento ha anunciado que “se estudiará si se han vulnerado derechos civiles en sus ensayos”. Este proceso suele durar entre 2 y 6 semanas, que es lo que tendremos que esperar para la llegada de una nueva vacuna (además del tiempo atrás en el que se obvió su uso).
La UE quiere dar lecciones de mercancías éticas a estas alturas de la película? Qué le pregunten a Inditex por su ropa ética! . Pura, geoestrategia y mercado. España tan servil siempre a EEUU. El capitalismo es un cáncer para la sociedad. https://t.co/NPLnz94Pk0
— Fermín Turia (@fermin_turia) April 12, 2021
Las malas relaciones con Rusia y Reino Unido
Lo que puede parecer casualidad contemplando la vacunación en la UE no son más que aspiraciones estratégicas a largo plazo. En realidad las relaciones internacionales con Rusia siempre han sido tensas. Con las islas empezaron a serlo tras el BREXIT. La campaña contra AstraZeneca y la negativa a la compra de Sputnik denotan resistencia de la UE a depender de estos dos países, sin importar realmente el avance del Coronavirus en los estados miembros.
Soberanías mermadas y cuarta ola
Ante un nuevo aumento de casos generalizado, los países europeos no consiguen neutralizar la pandemia. En lo que llevamos de año hemos sufrido dos nuevas olas a pesar de las vacunas. El ejemplo de países como Reino Unido que han conseguido vacunar a la mitad de la población aún estando fuera de la Unión Europea, pone en severa duda la autonomía y soberanía de países como España, Francia o Italia, capados de negociar por vacunas fuera de los marcos impuestos por la Comisión y sujetos aún a numerosas restricciones que impiden su desarrollo social y económico.
El debate se abrió. La UE está cada vez más cuestionada: ¿realmente se ha hecho todo lo posible por erradicar el virus?